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Desde 1934, los artistas falleros de cada comisión eligen el mejor ninot de su falla mayor y el mejor ninot de su falla infantil de ese año y los llevan a la 'Exposición del Ninot'. La exposición está abierta al público, y es éste el que votará qué ninot grande y qué ninot infantil le gusta más, ya sea por su belleza, su gracia o su intención satírica.
Un día antes de la Plantà, el jurado anunciará según los votos obtenidos, qué ninot mayor y qué ninot infantil ha decidido el pueblo indultar de las llamas ese año. Los no indultados serán recogidos por las comisiones a las que pertenecen para llevarlos de vuelta a la falla y probablemente ser quemados en ella al final de los días falleros.
Los ninots indultats de la 'Exposición del Ninot' pasan a formar parte del 'Museo Fallero,' situado en un antiguo edificio anteriormente convento de los Padres Paules. En este museo están los ninots más graciosos y mejor hechos de la Historia de las Fallas desde 1934. En él se observa la evolución de los materiales (cera, cartón, poliéster, poliestireno), la evolución de la modelación, de los colores... representa un testimonio del patrimonio cultural de la ciudad. Además, estos están expuestos junto a fotografías de la falla o comisiones a las que pertenecieron, carteles de fallas anunciadores de aquel año y demás objetos… un bonito “álbum familiar” de lo acontecido a lo largo de tantos años en la vida de las Fallas.